Hacer frente a nuevos propósitos

Aprender inglés, ir al gimnasio, dejar de fumar, perder unos kilos….  ¿Te suena verdad? Estamos a primeros de año, una época que nos invita a pensar en nuevas metas. El 2013 cierra sus puertas y para muchos significa el paso definitivo para realizar aquello que siempre quisimos. Se abre un nuevo capítulo en la historia de nuestra vida que puede significar un borrón y cuenta nueva para todas aquellas veces que intentamos hacer algo, pero no lo conseguimos. ¿Cómo conseguir nuestras metas? Ojalá existiera una varita mágica que nos permitiera alcanzar el objetivo que queremos sin esforzarnos, pero desgraciadamente tú y yo sabemos que eso no existe. Toda meta requiere un sacrificio, un esfuerzo y muchas veces, no tener este punto claro hace que nos cansemos antes de tiempo y además, nos frustremos por no poder haber alcanzado nuestro propósito, por ello es importante adquirir un compromiso.

Hoy, si me lo permites, te propongo unos cuantos consejos, que si bien no van a repartir el esfuerzo que deberás invertir en alcanzar tu meta, si puede que facilite el proceso si los tienes en cuenta.

Lo primero de todo, coge una hoja y plantéate lo siguiente:

¿Qué quiero lograr?, ¿Cuál es mi meta?

Intenta que sea lo más clara posible, no vale un “quiero perder peso” o “quiero mejorar inglés”. El objetivo en esas dos frases no está del todo claro. ¿Qué tal si probamos un “Quiero perder 8 kilos en 4 meses” o un “quiero alcanzar el nivel B1 en inglés antes del verano”?

Clarificar qué quieres y en cuánto tiempo, te ayudará primero a delimitar en un periodo de tiempo ese esfuerzo a invertir y segundo, a enmarcar hacia dónde irán dirigidos todos tus esfuerzos.

Fortalece tu confianza

Nadie puede alcanzar la cima del Everest sin haber entrenado antes, pues a nivel emocional necesitamos realizar el mismo entrenamiento.

En este caso, tendremos que entrenar nuestra Auto-motivación y confianza en nosotros mismos para lograr nuestros objetivos. Para ello te propongo un ejercicio:

En un cuaderno comienza apuntando todas aquellas veces que te propusiste algo y lo lograste o incluso aquellas cosas que tiene la vida, que en principio no suponen una gran motivación para nosotros, pero que por circunstancias tenemos que hacerlas y las hacemos: Un trabajo, un proyecto, decir un te quiero, esa presentación en público que te daba tanto miedo, ese viaje que te generaba cierta ansiedad, empezar a correr, una llamada difícil, conseguir un sobresaliente…

Comienza haciendo un recorrido por tu vida, como si de una película se tratara y apunta todos tus logros, todos esos momentos que te supusieron un sacrificio, pero que lograrte superar, no tienen porqué ser grandes historia épicas propias de un héroe de cuento, pues nuestro día a día está lleno de pequeños momentos que bien pueden suponernos logros.

Puede que descubras que eres capaz de realizar MUCHO.

¿Cómo voy a realizar mi meta?

Ahora entramos en un sentido mucho más pragmático. Utiliza un calendario y cuélgalo en un lugar visible como el frigorífico o en tu cuarto. Señala los días en los que invertirás tiempo para lograr tu meta y en qué momento del día.

Intenta que sean momentos realistas. No te plantees salir a correr de noche, si sabes que llegas muy cansado a las 21 del trabajo, o ir a clase de inglés los sábados por la mañana si es el momento que utilizas durante la semana para dar un paseo de esos que tanto te gustan. Encontrar el momento a veces es difícil, incluso puede ocurrir, que estés convencido de que ese es el mejor día y luego resulte que no sea el idóneo, no te frustres y date unos días de prueba. ¿Nunca te ha ocurrido que antes de comenzar un trabajo, has tenido que estar un mes “en periodo de prueba”? Pues esto es lo mismo, date un periodo de prueba a ti mismo y reajústate según vayas viendo los resultados.

Ten en cuenta antes de empezar qué vas a necesitar  ¿Una compra semanal con más fruta y verdura?, ¿Unas zapatillas para salir a correr?, ¿150€ mensuales para las clases?

Haz un baremo presupuestario para que nada te pille por sorpresa. El objetivo es controlar todas aquellas cosas que te puedan ir surgiendo y que puedan frenar el recorrido hacia tu meta.

Bien, pues ya sabemos lo que queremos, en cuanto tiempo, tenemos nuestro planning y todo lo necesario para llevarlo a cabo.

Empieza el recorrido

¿Cómo empezamos nuestro proceso? Lo primero a tener en cuenta es que lo mejor siempre, es hacerlo de manera gradual.  La motivación al principio es altísima, pero si nosotros mismos empezamos muy fuerte también, va a llegar un momento que no podamos mantener ese nivel, nos frustremos y abandonemos nuestra meta.

¿Cómo graduarnos?

Dependerá de nosotros mismos y el tiempo del que dispongamos. Nuestro planning ya está hecho pero hemos quedado en que es perfectamente reajustable al principio.

Intenta comenzar sin forzar tu límite. Por ejemplo, si te planteas salir a correr, sal el primer día y “experimenta”. Llévate un cronómetro o mide la distancia y encuentra tu límite: ¿15’?; ¿4km? Lo mejor entonces será comenzar entrenando un poco por debajo de esa marca y subiendo muy progresivamente (semanalmente por ejemplo si corres a diario). El motivo es que nos encontraremos más motivados si al terminar nos sentimos bien con nosotros mismos y no demasiados forzados, porque en ese caso puede que la siguiente sesión se nos plantee más dura.

Por otro lado, intenta dividir la meta final en pequeñas metas. Siempre será mejor intentar perder 2kg primero que los 8kg finales, y cada vez que consigas esa “pequeña meta” ¡prémiate! Y hablando de premiarse, es importante premiarse cada día. El sacrificio lo realizamos “por un gran premio” que será la consecución de nuestra meta, pero el que cada día des un paso para conseguirlo, se merece un premio.

El premio lo eliges tú: Un helado de chocolate por la noche, una sesión de cine el viernes, una camiseta mona… Intenta que sea algo que realmente suponga un premio para ti y sé consecuente: Si ese día no se cumple, no hay premio.

Comparte

Hoy en día gracias a Internet se nos abre un mundo de posibilidades. Compartir nuestro sacrificio con alguien que persigue nuestra misma meta, nos supondrá un punto extra motivacional.

¿Te propones nuevas actividades en la naturaleza? Ya sabes que Chomandos te ofrecemos un montón de actividades grupales. ¿Quieres salir a correr? Tal vez tu vecino, tu prima o tu hijo también quieran, apúntate con ellos. Si no, internet está lleno de Meetups en los que puedes conocer a runners y corredores de tu barrio buscando compañeros. ¿Clases de inglés? Vete con los compañeros después de las clases a bares de intercambio lingüístico, allí conocerás a un montón de gente que quiere mejorar los idiomas como tú y además de paso, te servirá para practicar.

¡Qué nada ni nadie te quite tus ganas por alcanzar tus metas! Desde Chomandos te animamos y sabemos que podrás conseguirlas.

Un fuerte abrazo y feliz semana!

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